viernes, 21 de enero de 2011
La fragilidad de los momentos.
"Será sólo un momento, un maldito momento. ¡Qué frío está el metal de este trasto! Lo que me faltaba para el dolor de cabeza. Parece que te toque el gélido beso de la muerte a través de un férreo impacto. ¡Qué fragilidad la de esta vida, un único instante atronador y borraré 40 años de historias y momentos! Por fin conseguiré cortar el flujo de este sabor metalizado y ardiente que me sube por la garganta.
¿Dónde quedaron todos mis meticulosos documentos escritos a mano, mecanografiados y firmados? ¿Dónde quedaron todas aquellas solicitudes para entrar en universidades, asociaciones y proyectos empresariales? ¿Dónde quedaron toda esta tira de recuerdos y sensaciones de momentos vividos que parece que se apelotonan ahora en mi sesera como locos por salir de golpe? ¿Tanto para ésto? ¿Para borrar una vida apretando un gatillo? ¿Apagar la madurez de mi cuerpo con sus heridas y cicatrices para enviarlo sin remisión a un perpetuo estado de descomposición de un plumazo? ¿Así de frágil es la vida? ¡Dios mío, qué horror! Ya puedo notar cómo sube hasta mi cabeza...es ese sentimiento de arrepentimiento. Ya tardabas en llegar...maldito.
¿Que porqué dejé de hacer cosas que quería? ¿Que porqué se me encaran ahora? ¿Que porqué no soñé lo que nadie? ¿Que porqué me arrepiento ahora del perdón y de la excusa? ¿Que porqué callé y no hablé, y hablé donde debí callar? ¿Que porqué no me arrojé al vacío de la incertidumbre si ahora veo la fragilidad de la vida, a través de un frío metal?
Calla, ¡no puedo soportarlo más!" ......¡Bang!...... y silencio.